Economía

Defensa del consumidor, fraudes y estafas

Productos de stock presentados como rebajas, pactos entre minoristas y mayoristas, reclamadores profesionales, notificaciones fraudulentas, réplicas y falsificaciones entre los fraudes más habituales

Empieza el Black Friday y la consecuente fiebre gastadora; el factor oportunidad que promueven las compras de grandes masas despierta cada año el interés de más de 25 millones de españoles. Se estima que un 70% de los consumidores realizará compras durante esta campaña gastando una media de 230 euros. Los pequeños y medianos establecimientos facturarán alrededor de 3.800 millones de euros lo que equivale al 20% de sus ventas anuales.

Muchos comercios ponen a la venta productos de stock; se sacan al escaparate en el momento oportuno y se presentan como rebajas al 60% o 70% cuando en realidad nunca han estado a la venta. Existen proveedores pactan precios de antemano subiendo sus precios justo antes de la promoción aparentando un precio rebajado que en realidad iguala al de un periodo anterior afirma el periodista Francisco Canals. Tampoco faltan “reclamadores profesionales” aprovechan la letra pequeña de la legislación para disfrutar de productos y devolverlos antes de 15 días. El sector digital es el principal afectado, algunos compradores cometen fraudes como argumentar que el pedido no llegó al domicilio o clonan productos reproducibles para recuperar el importe pagado.

Es habitual que durante el Black Friday algunos vendedores se nieguen a sellar la garantías afirmando que el comprador podrá regresar cuando compruebe que su producto funciona. Otros acuden al comercio con un familiar a quien simulan no conocer; mientras uno de los dos devuelve una prenda adquirida el otro comprará la misma pasados pocos minutos, pero con el descuento que se aplica a las devoluciones. Otros “pícaros de las rebajas” reservan una prenda durante 3 días antes y la recogen el día del Black Friday con la intención de hacer coincidir la fecha de recogida con el inicio de la campaña.

Hay que desconfiar de supuestos productos gratuitos en redes sociales y falsos sorteos que intentan hacerse con los datos de usuarios. Tampoco faltan correos y e-mails que suplantan a empresas de paquetería, cargos no autorizados en la tarjeta bancaria o falsas gangas que se reenvían en mensajes cadena a través de WhatsApp.

El 80% de los consumidores españoles no conoce la diferencia entre rebajas, liquidaciones o saldos que a menudo se cuelan durante esta semana. Durante el Black Friday se intensifica el falso lujo, se trata de relojes, productos electrónicos, perfumes y moda, su finalidad es aparentar un estatus que el comprador no posee. Algunos comercios compiten in extremis para vender durante más horas que el resto vulnerando la normativa de horarios comerciales, reparten el importe de la multa entre establecimientos vecinos del mismo gremio para poder seguir abiertos y facturar más que el horario establecido.

Según Canals el precio rebajado debe figurar junto al precio anterior; no pueden ofrecerse como rebajas productos defectuosos; tampoco aquellos que no están a la venta al menos 30 días antes de la fecha de inicio de la campaña. Al pagar un producto el consumidor tiene derecho a utilizar el mismo sistema de pago que el comercio usa durante el resto del año. Las garantías sobre los productos tampoco pueden ser rebajadas y la política de cambios deberá ser la misma que durante que durante resto del calendario.

Fuente: Francisco Canals (periodista) Tel prensa 677028639 – 913804419