La escritura de los delincuentes más famosos
¿Cómo se proyectan las latencias delictivas en la escritura de un sujeto?¿Cuáles son los rasgos gráficos de un maltratador, un violador o un estafador? El periodista Francisco Canals nos habla de la grafología forense y la grafopsicología criminal y nos da a conocer algunas de las firmas de los delincuentes más famosos
La grafopsicología criminal es una de esas grandes desconocidas en el contexto de una investigación policial. No hace ruido y es discreta pero está ahí, analizando el texto, la firma y los rasgos gráficos de los delincuentes “más peligrosos” de la sociedad. La escritura de cada sujeto es como un DNI personal e intransferible. El análisis morfológico de un texto aplicado a un proceso investigativo puede ayudar a detectar latencias sexuales, drogodependencias y comportamientos potencialmente delictivos además de un gran abanico de trastornos psicológicos. La grafología ofrece la capacidad de conocer el temperamento de un delincuente, detectar si es impulsivo, reservado, vengativo, detallista o inflexible además de profundizar en sus motivaciones, pulsiones e instintos como medio para poder comprender mejor su motivaciones más profundas.
En la escritura de los delincuentes más violentos tales como violadores suele existir un gran número de angulaciones y trazos en forma de espada además de arpones y un predominio de la presión vertical exhibiendo así una tendencia a la pulsión sexual incontrolable. La grafología criminal tiene en cuenta más de 150 variables entre ellas la claridad; la presión; la tensión; la rigidez de las formas; el espaciado o la presencia de gestos gráficos que ayudarán a determinar si un sujeto tiende a la violencia, la ocultación, el maltrato, etc…
La estafa y la corrupción política también tienen sus rasgos particulares: los actos deshonestos suelen proyectarse en forma de grandes bucles y bolsas en la zona inferior de la firma, además de rasgos envolventes y ocultadores. La jurisprudencia española empieza a estar repleta de casos en los que informes psicografológicos han ayudado a resolver complejas investigaciones.
No hay que confundir la psicografología criminal con la caligrafía forense; frecuentemente utilizada como prueba en juzgados. En esta última disciplina el objetivo es elaborar informes y realizar peritajes comparando escritos para determinar si fueron realmente escritos por la persona que se supone (recurso judicial en casos de presuntos suicidios, falsificaciones, testamentos, etc).