El propietario de un perfil en esta famosa red social ha sido penalizado por el Tribunal Supremo por numerosos comentarios negativos que otros usuarios publicaron en su muro. El inicio del problema se remonta al 2017-2018 cuando tuvo lugar un conflicto a la hora de impulsar unas obras que limitan con el terreno de un vecino. Las diferencias terminaron adoptando forma de insultos publicados en el muro de este usuario.
La sentencia refleja que de alguna manera todos somos responsables por la forma en la que gestionamos nuestro muro. Facebook ofrece a través de su plataforma decenas de opciones para evitar estas situaciones, bien bloqueando o silenciado a los usuarios que cometen acciones de intromisión.
El Juez considera que el penado apoyó directa o indirectamente las opiniones ofensivas en vez de eliminarlas y que no actuó de manera diligente. El acusado debería haber administrado con mayor prudencia esta situación. Las ofensas eran repetidas y se compartieron centenares de veces durante un periodo de tiempo prolongado. La Justicia ha extendido, por tanto, la responsabilidad a este usuario quien deberá pagar cerca de 3.000 euros.