El robo de maletas es una mala práctica tan antigua como el turismo, afecta a miles de españoles y se intensifica ante la llegada de la época estival. Se trata de una disciplina delictiva tan completa y diversa que tiene su propio argot. Existen < zonas sensibles > estadísticamente elegidas por los ladrones para sustraer bultos y maletas, colas ante los mostradores del check-in, áreas destinadas a contemplar los paneles de salidas y llegadas, o la cinta dispensadora de maletas donde el pasajero suele disminuir su atención aumentando las vulnerabilidades. Existe además toda una < victimología de maletas > o tipos de bultos preferidos por los ladrones, < las maletas clónicas > son aquellas que guardan una gran semejanza con el resto, son sustraídas con mayor comodidad fingiendo que se ha cometido una confusión si el ladrón es advertido. Las < maletas tuneadas > son las más difíciles de robar el ladrón las suelen evitar debido a su facilidad para ser identificadas, las < familiares > son rechazadas como objetivo, su peso no ofrece un atractivo en la logística de la huida afirma el periodista Francisco Canals. Las < mochilas deportivas > se cuelgan del hombro o la espalda son las más robadas, el ladrón sabe que allí se guardan los objetos de mayor valor, dinero o documentación.
Canals también analiza el < modus operandi > y algunos trucos utilizados en las bodegas de aviones de algunos países, espacios en los que no existe vigilancia y algunos empleados, sustraen pertenencias ajenos a las cámaras de vigilancia. También existen < técnicas de sustitución > mediante las que el ladrón intercambia hábilmente una maleta del mismo tamaño y color sin que la víctima lo advierta, el truco del < amigo taxista > en el que un pasajero se ofrece “desinteresadamente” a ayudarle a llevar su equipaje hasta el taxi, o el truco del < pasajero invisible > utilizado en algunos países latinoamericanos.
La tecnología ha llegado al mundo del equipaje, existen GPS que permiten geolocalizar maletas a través de mapas online, otras apps generan una alarma auditiva si nos alejamos más de 2 metros. Por último, Canals aporta un decálogo de consejos, es importante tunear la maleta ya que los ladrones evitan < objetivos singulares > nunca reducir la vigilancia en los momentos y lugares clave y no guardar objetos de valor (llaves, dinero o documentación) en el interior de bultos. Desconfiar de amigos ocasionales u otros pasajeros que nos propongan cosas o pidan favores en medios de transporte.
Fuente: Francisco Canals, periodista / Más info, intervenciones y datos 913804419 / Tel prensa 677028639
