El 50% de los políticos españoles ya sufren contenidos perjudiciales en noticias, Internet o medios de comunicación. El fallecimiento de la dirigente valenciana reabre el dolor en relación a la existencia de tuits denigrantes en torno a su muerte o la utilización de blogs y foros como herramienta para el descrédito
Los políticos ya se han convertido en el colectivo profesional más vilipendiado de la sociedad. Según la consultora Identidad Política dirigida por el periodista español Francisco Canals el 50% de los políticos españoles sufre un mínimo de un contenido o noticia perjudicial indexada en el Top 10 de Google. Se trata de un problema emergente fruto de la actual Sociedad de la Información y el actual clima de crispación política. Entre los casos más frecuentes figuran aquellos que guardan relación con la existencia de perfiles falsos en Facebook; tuits que atentan contra el honor de marcas públicas; ataques de denigración en prensa; revelación de datos de la vida privada en Internet; tampoco faltan vídeos virales en Youtube donde se exhiben carencias personales además de todo tipo de contenidos ofensivos en blogs y foros de opinión. A la pérdida de Rita Barberá se le suma el dolor de su familia consternada por la existencia de tuits ridiculizadores, comentarios ofensivos en Facebook y centenares de noticias perjudiciales.
En España existen 3.000 políticos profesionales con algún cargo relevante (cifra que incluye a los 1.268 parlamentarios autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 139 responsables de cabildos insulares, las 50 principales alcaldías y 500 cargos públicos entre gobierno central y autonómicos) 1 de cada 2 sufre al menos 1 contenido perjudicial indexado en el top 10 de Google. En Youtube han proliferado vídeos en los que Rajoy no habla bien inglés o aquellos de tipo conspiroparanoico en los que se alude al origen o pasado de algunos líderes, tampoco faltan memes virales en whatsapp, montajes fotográficos o vídeos de candidatos tropezando o exhibiendo algún tipo de carencia personal, académica o cultural.
Los ataques reputacionales en política tienen su origen en EEUU, ya en 1828 el demócrata Andrew Jackson y su rival político Quincy Adams encarnizaron una lucha desmedida por el poder. Desde esa época hurgar en el pasado de candidatos, buscar infidelidades, escándalos sexuales o facturas sin pagar ya se ha convertido en una tradición por parte de lobbies y detractores políticos.
En nuestro país proliferan empresas especializadas en la lucha contra estas malas prácticas, su función es intermediar ante los proveedores y portales de Internet para lograr la eliminación de contenidos perjudiciales, en otros casos se dan de baja perfiles clonados o falsificados o se solicita la baja de sitios web donde se publican delitos contra el honor afirma el director de Identidadpolitica.com El fenómeno ha dado pie a todo un amplio abanico de términos antes desconocidos pero que ahora forman parte de la vida política < la Pena del Telediario > , < los ataques de denigración en prensa >, < la pena de Google > o la < reputación digital política >
Fuente: Francisco Canals (periodista) Tel prensa 913804419 – 677028639