Criminologia

Servicios secretos en España

¿Quiénes son? ¿Cómo actúan y qué papel desarrollan en el proceso catalán? ¿Qué es la Oficina Nacional de Seguridad y cómo funciona la política de inteligencia? ¿Cómo afrontan el yihadismo o las ciberamenazas? El periodista Francisco Canals nos divulga alguna de las realidades de los servicios secretos españoles

Son los servicios de inteligencia, están ahí y no hacen ruido; su trabajo es discreto, preciso y trascendental. Son los servicios secretos españoles más conocidos como CNI (Centro Nacional de Inteligencia). Su misión es facilitar información al Gobierno; prevenir cualquier tipo de amenaza o agresión contra la nación además de obtener información estratégica. El CNI se creó en el 2002 sustituyendo al antiguo CESID (Centro Superior de Información de la Defensa) y se estima que tiene entre 7.000 y 10.000 funcionarios entre agentes de plantilla y colaboradores externos. Se rige por la Ley Orgánica 2/2002, de 6 de mayo, depende del Ministerio de la Presidencia y sus presupuestos se aprueban cada año en las Cortes Generales. Tiene una asignación para gastos reservados mediante la cual adquiere información o preserva identidades con un sistema de especial justificación y control.

Para afrontar nuevos perfiles de amenaza como la ciberseguridad o el yihadismo el CNI ha sido dotado de una mayor capacidad presupuestaria y un total de 600 funcionarios más (plan 2017 al 2020). Félix Sanz Roldán es su actual director. Los edificios e infraestructuras del CNI suelen ser muy discretos y están muy dispersos alrededor de toda la geografía española manteniendo una importante actividad en el exterior. El CNI también engloba al CCN (Centro Criptológico Nacional), la ONIC (Oficina Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia) y la ONS (Oficina Nacional de Seguridad), todas ellas importantes en el mantenimiento de la seguridad y la defensa de los intereses del Estado. El CNI tiene, además, una dirección técnica de inteligencia y distintas subdirecciones encargadas de áreas concretas como la contrainteligencia, la inteligencia interior o el contraterrorismo.

El CNI dispone de dos tipos de agentes: los operativos son aquellos repartidos por todo el mundo, su misión es recoger información o infiltrarse en grupos entre un gran abanico de misiones y escenarios. Los agentes analistas son los receptores, se encargan de analizar la información y generar informes. Tampoco faltan colaboradores externos, empresas o personas que cooperan para situaciones puntuales. Los funcionarios del CNI disponen de su  propio estatuto profesional el cual fue aprobado por el Consejo de Ministros; su plantilla es variada. Los profesionales del CNI proceden de disciplinas tan distintas como la economía, la psicología, la inteligencia, la seguridad o las ciencias políticas.