Ciberdelitos

Netópatas y asesinos en serie en apps de citas

Se llaman netópatas y son los nuevos actores del escenario delictivo en la red, son discretos, silenciosos y dejan pocas pistas, utilizan la red como medio para expresar sus latencias y se han convertido en una realidad. En Bilbao se entregaba un hombre de nacionalidad colombiana, presunto autor de entre 4 y 8 asesinatos de hombres con los que mantenía citas a través de Internet. Los drogó, asesinó y robó sus tarjetas bancarias dando paso al primer caso de ciberdepredador en serie de la historia de la ciberdelincuencia en España.

No es la 1ª vez que víctimas y victimarios se conocen a través de webs de citas. En Levante se detuvo a un joven de 21 años que violó a una menor a la cual conoció en una app. En el 2019 Marta Calvo desapareció cuando mantuvo una cita con un hombre de nacionalidad colombiana quien posteriormente confesó el asesinato. Ya en 2018 se cometió el crimen de Grindr cuando un joven recibió 20 puñaladas después de mantener una cita a ciegas con otro usuario. Ya más recientemente Cristina, una mujer gallega de 26 años confesó ser la autora de la muerte de un hombre de 53 años al que conoció por Internet. Le drogó con pastillas, le asfixió con una almohada y descuartizó su cuerpo.

1 de cada 5 perfiles en redes sociales es engañoso o utiliza algún tipo de identidad falsa, afirma Francisco Canals, periodista especializado en ciberdelitos y sucesos. Estas apps son preferidas por agresores y ciberdelincuentes ya que aportan anonimato y transnacionalidad, se dejan menos pistas y se selecciona mejor a las víctimas casi a modo de catálogo. Existen además otras vulnerabilidades asociadas como la ciber extorsión en medios telemáticos, el ciberacoso, la sustracción de datos y la revelación de secretos en la red.

Canals aporta un decálogo de consejos: mantener la cita inicial en un espacio público, reunir el máximo de datos sobre el interlocutor y minimizar su anonimato. Las citas no deben ser impulsivas y ambos usuarios deben identificarse con un número de teléfono. Enviar la ubicación a una persona de confianza y desconfiar de usuarios que buscan el corto plazo. No subir al coche del interlocutor e informar a alguien de tu ubicación. Además, se deben evitar las relaciones de larga distancia y se deben priorizar a los perfiles verificados.