Sociedad

La lucha por la captación de alumnos en septiembre dispara el número de fraudes académicos

Academias fraudulentas, universidades ficticias, títulos inexistentes, falsas becas, oposiciones sin plaza y créditos bancarios para pagar cursos entre los fraudes más comunes. WhatsApp, redes sociales y publicidad agresiva al servicio de centros privados

En España hay 8,2 millones de alumnos en régimen general y 1,6 en universidades, a esta cantidad hay que sumarle el alumnado de oposiciones, academias de idiomas y cursos impartidos en centros privados y enseñanza no reglada. Al menos 1 de cada 4 españoles cursa algún tipo de formación a partir de septiembre, un mes en el que se intensifica toda la maquinara de marketing académico en España.

Un primer arquetipo de fraude es el de academias que ofrecen cursos disfrazados de empleo. La víctima paga por una formación creyendo que al terminarla accederá a un puesto de trabajo que finalmente no existe. Además, proliferan academias que ofrecen cursos homologados cuando no lo son, animan al alumno a entrar en la universidad sin que sea consciente que existen otras vías. Utilizan libros descatalogados u ofertan cursos para promociones con menos plazas de las anunciadas. En otros casos la víctima paga a plazos una actividad formativa sin saber que en realidad firma un crédito con una entidad bancaria con la que contrae la deuda.

Los casos de fraudes académicos se han generalizado en España, este año una academia que operaba en todo el territorio desaparecía y dejaba a más de 200 alumnos sin título ni dinero. Mentir en un currículo puede ser un delito si has falsificado el documento, con penas que pueden llegar hasta los 3 años de prisión. Además, la empresa puede demandar al usuario por daños y perjuicios. La red se ha llenado de escuelas y universidades ficticias hasta el punto que algunos gobiernos publican listados de escuelas con títulos no autorizados. Canals también apunta a la existencia de fábricas de diplomas, actúan de manera deslocalizada y ofrecen todo tipo de titulaciones falsas a la carta.

Los estafadores se aprovechan de los deseos de la gente, afirma Francisco Canals, periodista, quien publica un decálogo de consejos: es aconsejable que la escuela no sea de apertura reciente, evitar realizar pagos por adelantado de la totalidad del curso, averiguar si el centro está dado de alta en un registro oficial, exigir datos fiscales de contacto, revisar el contrato antes de firmarlo y desconfiar de cursos donde se debe llamar a un número de tarificación especial 806, 807..