Salvatore Luciana, más conocido con el sobrenombre de Lucky Luciano es uno de los mafiosos italo-americanos más célebres de todos los tiempos. Nace en Sicilia el 24 de noviembre de 1897 y con 9 años emigra con sus padres y hermanos a Nueva York.
Está considerado el padre del Crimen organizado además del gran impulsor del Sindicato del Crimen. Organizó y jerarquizó el sector dando forma a un entramado delictivo de alcance internacional. Luciano fue el jefe de los Genovese, una de las grandes familias mafiosas con más poder e influencia. A los 14 años abandonó la escuela y trabajó en distintas empresas. Pero Luciano era ambicioso, pronto empezaría su carrera delictiva y a los 14 años ya pertenecía a la banda Five Points, allí daría sus primeros pasos dentro del mundo del hampa. Se introdujo en el vandalismo, la extorsión, la venta de drogas y el proxenetismo. Con solo 15 años ya fue condenado y enviado a un correccional. Su primera actividad consistía en ofrecer protección a chicos judíos emigrantes a cambio de dinero.
Durante los años 20 llegaron más de 20 millones de emigrantes a Estados Unidos, en el New York de la época aparecieron decenas de organizaciones mafiosas además de Juegos ilegales, proxenetismo y un amplio abanico de organizaciones corruptas. Luciano se convirtió en uno de los grandes referentes de la venta ilegal de alcohol cuando se decreto la Ley Seca que prohibía la venta y distribución de bebidas alcohólicas.
Lucky se distinguió por forjar grandes alianzas con otros gánsteres como Rothstein, Al Capone o Joe Adonis. En el año 1925 ya controlaba la mayor parte de prostíbulos de Nueva York, era un hombre millonario y ganaba más de 10 millones de dólares al año. Tenía una gran popularidad y prestigio entre la clase trabajadora, controlaba el mercado del alcohol ilegal, la prostitución y el juego. Luciano era tremendamente escurridizo para la policía ya que poseía un amplio entramado de sociedades, locales, bares y locales a través de los cuales blanqueaba el dinero procedente de sus actividades ilegales.
Luciano fue condenado a 50 años por proxenetismo, el fiscal consiguió que 60 prostitutas testificaran contra él en un juicio. Muchos pensaron que era su final pero no era así, Luciano era el mafioso de las 7 vidas y siempre ponía todo tipo de estrategias para salir de las situaciones más difíciles. Una vez en la cárcel ofreció 1 millón de dólares de fianza para salir del presidio, una cantidad millonaria para la época. El fiscal no aceptó la oferta. Años más tarde logró que las mismas prostitutas testificaran de nuevo y confesaran que todo lo que habían dicho contra él era mentida, su estrategia no sirvió para liberarle de la cárcel. Finalmente, 10 años más tarde, EEUU entraba en la 2ª guerra mundial, el puerto de Nueva York era un enclave estratégico y logístico pero estaba controlado por Luciano. El gobierno federal necesitaba que este puerto estuviera libre de sabotajes, mafias y contrabando, pero era un territorio controlado por Luciano, fue así como tuvieron que pactar con él para que les cediera el control de este enclave. El gobierno le conmutó la condena y le dejó en libertad a cambio que regresara a Europa y abandonara los EEUU. Los espías alemanes ganaban terreno en Italia y Sicilia, Luciano tenía una amplia red de colaboradores internacionales, la inteligencia naval de EEUU lo sabia y precisó sus servicios para desmontar esta red de espías. Luciano movilizo a toda la mafia en pocas semanas. Luciano abandonaba la cárcel.
Durante años controló desde Europa el tráfico internacional de drogas pero ningún fiscal logró demostrar su entramado. En el año 1962 moría en el aeropuerto de Nápoles, se cuenta que esperaba a un productor de cine quien quería hacer una película sobre su vida.